Los atardeceres de Oia, en el extremo noroeste de Santorini, se consideran de los más espectaculares del mundo. Como siempre toda clasificación implica subjetividad y por supuesto mucho de propaganda. Con todo, no podemos negar la grandiosa belleza de Oia, un pueblecito que se cuelga de los últimos farallones de Santorini, y que, mirando al oeste, permite a los lugareños y a los turistas contemplar la caída del astro rey. El sol se hunde en el Mediterráneo en mitad de un paisaje idílico, con el azul oscurecido del mar, los tonos cambiantes morados, malvas, rojizos y amarillos del cielo y el panorama primigenio de la caldera, y las islas hermanas de Santorini, Thirasia y Nea Kameni.
Oia, un crepúsculo magnifico para la visita de Santorni.
Dado que Santorini es una isla pequeña y manejable, la visita de Oia es ineludible. Ya sea en nuestro coche alquilado, en autobús o incluso a pie para los más animados y deportistas, la mayoría de los turistas se acercan al pueblo a la caída de la tarde (Cuidado porque en Grecia anochece, evidentemente, antes que España).
Gracias a este indiscutible atractivo muchas excursiones acaban en Oia, que además destaca por su arquitectura tradicional. Como en todos los pueblos que dan a la caldera del volcán hundido, en Oia las casas se escalonan sobre los rebordes de la última tierra y miran al mar. Cúpulas de colores vivos, azules, pero también rojos o amarillos y el encalado de las paredes y muros hacen de la postal de Oia una de las referencias de Santorini.
Otro de los atractivos del pueblo son sus restaurantes y bares, la mayoría de los cuales se escalonan también sobre los bordes del acantilado mostrando vistas increíbles del atardecer.
Oia es un lugar ideal para contemplar en silencio la puesta de sol, coger de la mano a nuestra pareja y decirle un secreto, anunciarle nuestro amor, o callados, observar el lento pero impasible discurrir del tiempo. Para filosofad y divagar les recomendamos una botella de alguno de los excelentes vinos de Santorini.
En el pueblo y sus alrededores hay numerosos hoteles por lo que si lo desean pueden hacer de Oia su campamento base para la estancia en Santorini.
El puertecito de Ammoudi.
Al pie de los acantilados de Oia se encuentra el puertecito de Ammoudi, desde donde se pueden coger pequeños barcos que hacen nos llevan a Thirassia y Nea Kameni, islas abruptas, donde el vulcanismo es muy reciente. Hay baños termanes al aire libre tanto en Nea Kameni como en Thirassia. En Ammoudi se encuentran también reputados y sencillos restaurantes donde se come el mejor pescado de Santorini.
En definitiva un lugar que merece la pena nuestra visita, aunque por sus cualidades sea uno de los puntos más turísticos de Santorini. La ventaja es que, como todo, en Santorini, a pesar del turismo, la calma y la tranquilidad priman.
Existe la posibilidad de relaizar excursiones por la caldera y terminar en Oia contemplando la puesta de sol. Son excursiones organizadas, pero tienen su público.
Buen viaje.